CIUDAD SONORA
Ésta
es una ciudad ruidosa.
Es
una ciudad sonora.
No
insonorizada, es sonora.
Pero
a veces no.
Pim
pam pum, a veces si, a veces no.
Rum
rum rum, casi siempre.
Tap
tiqui tac, dicen también.
Los
que oyen bien, otros no.
El
viento suena pocas veces.
(Y
también las gotas de lluvia).
En
los árboles, en las bolsas de nylon
y
en la basura suelta por doquier, siempre.
Resuena
el murmullo seco de la muchedumbre
Que
a veces es poca, otras mucha.
Pero
siempre suena, se oye, se escucha, se ve.
Dice
siempre, el eco en la noche.
Vehículos,
fábricas, escuelas.
Ruido
de vehículos, de escuelas.
Con
gente adentro, suelta.
Pero
adentro, sin poder salir afuera, no libre.
El
sonido vive en todos los barrios
A
veces música, otras veces no.
Suena
casi siempre.
Dentro
de las iglesias y afuera.
En
las oficinas y en los bares.
Adentro,
hasta cierta hora, casi siempre.
El
ruido subyace en ésta ciudad que late.
Y
la gente no se da cuenta.
La
gente es ruidosa, siempre.
Pero
a veces no, los domingos de verano no.
Y
menos a la hora de la siesta.